¿Dónde estaba usted el día tal del tal de tal año? Esta es una de las clásicas preguntas de Perry Mason que luego nadie suele hacerte en la vida normal. Y si alguien te lo hace no te pregunta por la fecha que desearías, sino por efemérides que tal vez te importan un bledo. Por eso hoy, aunque nadie me lo pregunte, me apetece explicar dónde estaba el catorce de junio de 2009, hace justamente un año. Y me apetece porque fue un día que no olvidaré jamás. Me pasé toda la jornada ensayando un acto benéfico de tres horas y por la noche floté por el escenario de la Sala 1 de L'Auditori de Barcelona con un buen número de artistas inquietos que decidieron moverse por los niños quietos, es decir, aquejados de parálisis cerebral como mi hijo Llullu. Algunos leyeron, otros cantaron, otros actuaron, hubo quien dibujó un cómic en vivo con suma gallardía e incluso quien se dedicó a "bufar i fer bombolles". Todo ello ante una pantalla gigante que mostraba imágenes de los niños pluridiscapacitados que desarrollan sus capacidades en centros como los regentados por las fundaciones beneficiarias del acto: Nexe y Guimbarda. El elenco fue muy variado y quiero recordarlos a todos aquí: El Tricicle, Pau Riba, Nina, Sergi López, Albert Om, Quimi Portet, Queco Novell, Lluís Gavaldà, Joan Miquel Oliver, Natthew Tree, Pep Bou, Gossos, Bruno Oro, Neus Bonet, Gòspel Viu, Elisabet Raspall, Ivette Nadal, Carles Capdevila, Jordi Martínez, Marta Angelat, Oriol Izquierdo, Miguel Gallardo, Jordi Ribó, Oriol Comas... Aquella locura se llamó "Mou-te pels Quiets", congregó a casi mil quinientas personas en directo y la retransmitió el Canal 33. "Mou-te pels Quiets" fue, ante todo, un espectáculo estupendo que unió en un escenario el éxito y el fracaso, lo brillante y lo mate, la gracia y la desgracia, la salud y la enfermedad, la energía, el colapso, el humor, el horror, el amor y el terror, tal como sucede siempre que hablamos de limitaciones severas. Fue una noche feliz, llena de contrastes, y también un ejemplo claro de cómo los discapacitados pueden ser visibles sin recurrir a la clásica táctica del victimismo tan practicada por la estética Domund.
Màrius Serra
2 comentaris:
Quan la llavor es cuida amb amor en neixen moltes coses bones...
Quantes vides milloraran gràcies al Llullu, els seus pares i els seus amics.
Una abraçada
Potser, com dius, repetir aquella experiència que va ser única no tingui sentit de ser, però a mi particularment m'encantaria poder reviure-la.
També m'agradaria que els pares de la meva neboda, quieta, el poguessin viure per primer cop. No van poder assistir per que aquell dia l'acompanyaven a la UCI.
Es per això que he mirat de trobar, sense èxit, una gravació d'aquell acte.
Se que TV3 el va retransmetre, però, tampoc no el tenen pujat a la web.
Creus que hi ha la possibilitat que es publiqui algun dia?
Una forta abraçada.
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